ASTIZ NO APORTO NADA SOBRE BONINO, PERO ESTUVO LOCUAZ ANTE EL JUEZ
El Cuervo abrió el pico
 
En su declaración ante el juez, el marino explicó cómo se mata a un periodista. "De un tiro en la cabeza mueren tanto abogados, médicos o periodistas", dijo. Disturbios y detenidos frente a los Tribunales. 
 
El Angel Rubio ingresó ayer a los Tribunales en medio de una lluvia de huevazos e insultos. 
A su salida se produjeron serios incidentes. Un periodista fue herido y detuvieron a cinco personas.
 
 
Por Fernando Almirón 
"Usted dijo estar entrenado para matar periodistas, ¿cómo se mata a un periodista?", le preguntó el juez Raúl Eduardo Irigoyen a Alfredo Astiz, sentado frente a él en la diminuta y calurosa sala de dos metros por tres con el traje aún manchado por la clara de los huevos que le lanzaron militantes de los derechos humanos al ingresar al tribunal. "Si mata una hormiga o un elefante es lo mismo --le respondió Astiz--, se los mata de diferente manera pero se mueren igual; una persona que se muere de un disparo en la cabeza muere igual siendo abogado, médico o lo que sea". Inmediatamente intentó explicarse mejor: "en otras palabras, lo que quiero decir es que una persona se muere por causas independientes a su actividad o grupo de trabajo". Luego afirmó que las críticas que le hacen los periodistas se deben a "un exceso pueril de impunidad", y se fue en medio de disturbios sin aportar nada a la causa que investiga la muerte de Mario Bonino, para lo que fue convocado.   
  El capitán de fragata retirado de 46 años de edad, de estado civil soltero, cuyo segundo nombre es Ignacio, nacido en Mar del Plata, no agregó más detalles que estos durante la declaración testimonial a la que fue convocado para que aporte más datos sobre la muerte de Mario Bonino, el periodista que apareció asesinado en noviembre de 1993 cuando cumplía tareas para la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba). Pero ayer abrió la boca, estuvo más locuaz que el lunes. Astiz mencionó durante la polémica entrevista publicada por el semanario trespuntos que a Bonino "lo tiraron al Riachuelo encadenado a un automóvil". Ahora dijo que no recuerda de dónde obtuvo esos datos, "creo haberlo leído en los diarios", respondió cuando el juez lo interrogó puntualmente sobre el tema ya que era una circunstancia desconocida por los investigadores del asesinato. 
  La audiencia en el Palacio de Tribunales, que comenzó a las 14, duró apenas una hora. Los primeros en llegar al Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº 10 fueron Felicia Urbano, esposa del periodista asesinado, y sus abogados, Alicia Oliveira y Ricardo Esparis. Después entró Astiz en medio de disturbios y custodiado por más de cien policías (ver aparte). Con el mismo traje azul y la corbata de ayer, apenas ingresó en la sala intentó estrechar la mano de la viuda y sus patrocinantes, que le negaron el saludo. 
  "Preparamos junto a los abogados un cuestionario de 8 o 9 preguntas encadenadas y ajustadas al tema, para evitar que el juez las desestimara por no conducentes", le dijo a Página/12 Daniel Das Neves, secretario de Organización de la Utpba. Sin embargo Astiz intentó, tal como lo hizo el lunes ante la Cámara Federal, escabullirse de la indagatoria judicial. Si bien reconoció como propias parte de las declaraciones reproducidas por la revista, aseguró que nunca pactó una entrevista con el medio. "Las causas por las que no doy entrevistas es porque considero que no es conducente para la pacificación nacional", aseguró el marino condenado en Francia por crímenes de lesa humanidad y que no llegó a ser juzgado por sus delitos en la Argentina gracias a las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final. 
  "El capitán Aurelio Martínez me pidió que tuviera una charla informal con la periodista", narró Astiz ante el requerimiento del juez mientras movía insistentemente su pierna derecha. "No hubo ningún grabador ni papeles a la vista, no había nadie presente excepto el camarero que nos atendía y que vino en dos oportunidades a la mesa", recordó sobre el encuentro mantenido en el Hotel Naval, de Florida y Córdoba. "En medio del diálogo salió el tema de (José Luis) Cabezas, no recuerdo bien cómo salió, y ella me preguntó qué opinaba. Yo le dije que me parecía horroroso por la forma en que fue asesinado", contó Astiz ante el asombro del juez que, a diferencia de sus colegas de la Cámara Federal, tuvo una activa participación en el interrogatorio. "Teniendo en cuenta su formación militar, ¿por qué motivo le parece horroroso este crimen?", le preguntó Irigoyen mirándolo a los ojos. "Uno cuando está en combate está en combate, y esta no fue una situación de combate", respondió el marino. Luego agregó que le dijo a la periodista "con la que intercambiamos bromas que ella tomó en serio", que "no entendía por qué tenía tanta trascendencia (el crimen de Cabezas). Ella se sorprendió y me dijo: no te parece espantoso, haciendo mención a que era el primer periodista muerto en democracia. A lo que yo le respondí que no era el primer periodista muerto en democracia sino el segundo". Luego Astiz agregó: "ante esto ella me preguntó quién había sido el primero, y le contesté Bonelli o algo así (...) a lo que la periodista me dijo que era Bonino". 
  Sin embargo negó que en la Armada se haya seguido el tema de su muerte, o tener mayor información de la que obtuvo por los diarios (que nunca publicaron su versión). "Sin faltar el respeto a la familia del periodista, si hoy le pregunto a algún compañero o conocido de la Armada, muchos van a tener dudas de quién era Bonino, si era periodista o si murió". Respecto de este tema, el juez le preguntó si en cumplimiento de sus funciones había realizado indagaciones sobre periodistas en particular. Astiz, rápido de reflejos, contestó que "nunca estuve en (el servicio) inteligencia naval, no soy oficial capacitado en inteligencia porque hay que hacer un curso de un año y no lo hice. Respecto del periodismo sé sólo por leer los diarios, nunca llevé a cabo indagaciones, yo sé que hay mucha gente que cree que soy oficial de inteligencia naval, pero no es así". 
  El juez le preguntó si tenía idea del perfil periodístico de Gabriela Cerruti y del diario Página/12. De ella dijo que "tenía una idea muy somera" y agregó: "sabía que había trabajado en Página/12 y creía que estaba todavía trabajando en Página/12". Con respecto a este diario dijo: "En mi carácter de lector, dado que no soy perito en el tema de periodistas, tenía la idea de que era un medio de tendencia de izquierda", repondió el capitán de fragata a quien sus palabras ya le costaron un arresto de 60 días y un proceso en la justicia militar que puede acabar en su degradación militar. "Yo quisiera carearme con la periodista y pido los registros grabados", reclamó. 
  En este sentido, el marino, que declaró solitario y sin la asistencia de un abogado defensor, dijo que "muchas veces he tenido reuniones con personas que me han dicho que el contenido de los diálogos no iban a trascender, ya sea empresarios, personas en general. Y acepté porque les interesaba la trayectoria pública de mi persona", aseguró mientras dirigía una y otra vez la mirada hacia la única y pequeña ventana de la sala, en un intento por demostrar que fue sorprendido en su buena fe. 
  "A medida que lo escuchaba, tuve una sensación de mucha pena y mucho asco, me pareció que era como una rata acorralada, lo noté nervioso, como con mucho miedo --aseguró Felicia Urbano, la viuda de Bonino-- no un hombre capaz de mirar a los ojos", agregó. "A diferencia del lunes, Astiz declaró ayer bajo juramento de decir la verdad, lo hizo por los Santos Evangelios", contó Alicia Oliveira, la abogada de la querella. 
  Astiz, durante su declaración, llevó a cabo un extraño intento de congratulación con el gremio de prensa. Cuando el juez, a instancia de los abogados, le preguntó por qué, en la nota publicada la semana pasada, dijo que los periodistas "iban a terminar mal", respondió: "cuando hablé de los periodistas dije textualmente que una de las críticas que me hacían era por un exceso pueril de impunidad". Luego agregó: "muchos grupos sociales caímos en el descrédito como por ejemplo las Fuerzas Armadas; lo que dije fue que los periodistas son importantes para la nación, por lo que hay que  evitar que caigan en ese descrédito, y hay que evitar que les vaya mal". 
  Ante el silencio de la sala, mientras unos se cruzaban miradas desconcertadas con otros, Alicia Oliveira se animó a pedirle al juez que le pregunte al marino qué consideraba él un "exceso pueril de impunidad". Astiz, incólume, respondió que "son acciones que van más allá de las funciones de uno, por ejemplo la época del Proceso militar, en la cual tuvimos errores y los pagamos". No se llegó a preguntar a qué errores se refería el marino convertido en el símbolo de la represión ilegal. 
  Entre tantas evasivas, Astiz dijo algo cierto: "Siempre pensé que un reportaje mío iba a traer grandes discusiones y grandes problemas entre las personas". Acertó. 
 

 
 

El Cuervo dejó a su paso huevazos, detenidos y golpeados
 

Mariano Volcovich, herido en su ojo derecho. 
La policía dijo que lo hirieron los manifestantes.
 
"Falló un poco de todo", admitió ayer el subjefe de la Policía Federal, Héctor Data, en referencia a los incidentes registrados durante la salida del represor Alfredo Astiz de Tribunales, ayer por la tarde. Y no pudo ser más exacto: cinco periodistas y diez policías heridos, y cinco personas detenidas fue el saldo de una jornada que incluyó golpes a manifestantes, piedrazos a trabajadores de prensa y un policía atropellado por un patrullero. "Es inadmisible esta suerte de ley del Talión", se quejó luego (ver aparte) el presidente Carlos Menem. 
  Un certero huevazo impactó en la cabeza del capitán retirado, de traje azul oscuro, cuando subía los veinte escalones que lo separaban de la puerta de hierro. En una curiosa decisión policial, se prefirió hacer ingresar a Astiz por la entrada principal de Talcahuano --incluso se lo hizo cruzar la calle caminando hasta un auto estacionado enfrente-- y no por la alcaldía, con auto y todo. Teniendo en cuenta la cantidad de claras y yemas que bañaron ayer las escaleras y columnas tribunalicias y los incidentes posteriores, llamó la atención la actitud que tomaron las autoridades en este caso, más con el antecedente del lunes en el edificio de Comodoro Py. 
  Los incidentes eran previsibles. Una vez que se marchó el auto donde viajaba Astiz, la policía comenzó con las detenciones de manifestantes. Al acelerar, el patrullero donde se llevaba al primer detenido atropelló a un policía. A los huevazos con los que Astiz fue recibido el lunes, se sumaron ayer algunos piedrazos cuando el represor intentó abandonar los Tribunales. El grupo de policías que condujo al capitán retirado hasta el auto arremetió contra el medio centenar de manifestantes que trataba de impedirlo. Finalmente, y tras reprimir tanto a manifestantes como a periodistas, lograron que el Cuervo se retire sin otra herida que un huevazo en su cabeza. 
  Mariano Volcovich, cronista de Radio del Plata, fue el más perjudicado al recibir un piedrazo en su ojo derecho, cuando Astiz acababa de aparecer en las escalinatas del edificio de Talcahuano. Como no había una ambulancia disponible, Volcovich fue trasladado, con su rostro ensangrentado, por miembros de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba), hasta el sanatorio del gremio. Inmediatamente fue llevado a la Clínica y Maternidad Suizo Argentina, donde se le curó la herida y se le realizaron estudios para determinar la gravedad de la lesión. De allí fue derivado a un centro especializado, donde anoche se le efectuó una intervención exploratoria y una cirugía para reconstruir el párpado. Pese a un pequeño desprendimiento de retina, Volcovich logró salvar su ojo. 
  El Movimiento Socialista de los Trabajadores, el Partido de los Trabajadores por el Socialismo y el Partido Obrero hicieron guardia en la vereda de enfrente de Tribunales, entre el estacionamiento reservado para los jueces y la Plaza Lavalle, desde las dos de la tarde, cuando Astiz ingresó a declarar, hasta las cuatro y media, cuando salió. Al repudio al capitán retirado se sumaron algunas Madres de Plaza de Mayo, jóvenes de HIJOS y la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, que junto a otras organizaciones de derechos humanos rechazaron la represión. 
  "Estos no son hijos de desaparecidos, son hijos de subversivos", intentó provocar a los manifestantes un hombre de pelo corto y entrecano, vestido con jean y remera blanca, pero no lo logró. La policía detuvo a Miguel Ayala, Luciano Bovcon, Agustín Gigli, Fernando Villoclaba y Andrés Molin, y los acusó de "agredir al personal y arrojar piedras y botellas". La policía aseguró que la agresión al periodista llegó de parte de los manifestantes. "No se puede decir exactamente cuál agredió al periodista", reconoció Data. Salvo Molin, alojado en la comisaría 5ª el resto de los detenidos iba recuperando paulatinamente su libertad anoche. 
  Además de Volcovich, los otros periodistas heridos son Enrique García Medina, fotógrafo "free lance", Alejandra Míguez, de la Utpba, Patricio Ramírez, técnico de Crónica TV, y Juan Arias. Arias, fotógrafo del diario Crónica, logró no ser detenido por la policía cuando se identificó como periodista. Lo que no logró fue evitar las patadas que ya le habían pegado los uniformados.
 
Los dos demonios
 
 
   Los incidentes de ayer, a la salida de Alfredo Astiz de los tribunales, dieron lugar a una curiosa interpretación de Daniel Hadad, periodista cercano al Gobierno, y a una respuesta del presidente Carlos Menem, sobre la base de la teoría de los dos demonios. 
  Daniel Hadad: "Presidente, éstos tal vez son los temas que hablan bien de la Argentina. Sin embargo, a veces uno enciende la televisión... Yo estaba viendo hace instantes imágenes de cuando Astiz salía de Tribunales. Usted sabe que un grupo de esos chicos, hijos de guerrilleros o de subversivos, tiró una baldosa, hirió a un periodista de Radio del Plata; por poco pierde la vista el colega. Yo siento, a veces me da la imagen de ver la imagen (sic) de veinte años atrás: un retroceso". 
  Carlos Menem: "Sí. Bueno, cuando se dan este tipo de situaciones, evidentemente estamos lamentando esa especie de retroceso. Es una suerte de ley del talión: diente por diente, ojo por ojo. Y esto es totalmente inadmisible. Nadie niega la responsabilidad en muchos hechos, en los cuales intervino Astiz: él mismo lo ha confesado. Pero procurar hacerse justicia por sus propios medios, o por sus propias manos, no se compadece con la democracia, la libertad, el respeto a los derechos, a los cuales hacemos referencia permanentemente. Esas son situaciones que debemos erradicar definitivamente. Por eso, está actuando con energía la Justicia. Ya hay varios detenidos. Pero, lamentablemente, el saldo de ese periodista herido y de varios policías, también lesionados por la acción de esos individuos... Por más que sean chicos, están demostrando una inclinación a la violencia que debemos, reitero, combatir lo más rápido posible.
 
 
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